La violencia y el conflicto armado en Colombia han dejado una huella indeleble en la historia del país, afectando a innumerables ciudadanos, entre ellos, un segmento considerable de familias y miembros de la Fuerza Pública. Según recientes estadísticas de la UARIV, 433.403 miembros de la Fuerza Pública han sido víctimas de desplazamiento forzado, una cifra alarmante que subraya la gravedad y el impacto del conflicto armado interno en aquellos encargados de proteger y servir a la nación.
La Corporación Mil Víctimas, dedicada a trabajar por acceso a la verdad, justicia y reparación integral a militares y policías víctimas y sus familias, resalta esta cifra en su continuo esfuerzo por visibilizar las adversidades que enfrentan los militares y policías en su lucha contra la violencia y el desplazamiento. Este número no solo representa a individuos desplazados, sino también a familias enteras que han sido arrancadas de sus hogares, enfrentándose a la incertidumbre y la precariedad.
Es de suma importancia que estas víctimas sean reconocidas como tal, y que no sean revictimizadas, El reconocimiento oficial y en la sociedad en general de su condición de víctimas es un paso esencial para asegurar que reciban el apoyo y la reparación que merecen.
En el contexto actual, la inclusión en los procesos de justicia transicional de esta población no solo garantiza la reparación de daños sufridos, sino también contribuye a la construcción de paz en nuestro país. Esto implica asegurar que los miembros de la Fuerza Pública desplazados tengan acceso a la verdad, la justicia y garantías de no repetición, permitiéndoles acceder plenamente a sus derechos.
La Corporación Mil Víctimas hace un llamado a la sociedad en general para que se fortalezcan los mecanismos de apoyo y reparación a estas víctimas. Es crucial proporcionar no solo reconocimiento y justicia, sino también soluciones efectivas que permitan la reintegración y el restablecimiento de la vida de estos héroes afectados.